Cuando empezamos a buscar un nombre para nuestra organización centrada en el desarrollo de personas, en seguida pensamos en buscar inspiración en la naturaleza y pronto decidimos estudiar a las abejas como ejemplo de trabajo en equipo.

Dicen que la aportación de las abejas es tan importante que si desaparecieran del planeta solo sobreviviríamos 4 años. No sabemos si el dato es exacto pero lo que está claro es que si dejaran de existir el medio ambiente sufriría un impacto irreversible.

Y es que a vista de pájaro, ya se encuentran similitudes, el ritmo de trabajo en una empresa puede parecerse mucho a una colmena, todos están ocupados en sus tareas y centrados en sus objetivos. Desde el punto de vista de los equipos tenemos mucho que aprender de las abejas sobre colaboración y objetivos compartidos.

5 lecciones que nos dan las abejas sobre trabajo en equipo

1. Roles claros

Una colmena es un ecosistema sociedad complejo y altamente organizado, en el que cada miembro desempeña un papel clave para su funcionamiento.

La colmena está formada por tres tipos de abejas: la abeja reina, las abejas obreras y los zánganos.

Cada una de ellas tiene funciones y deberes claros que todas las demás abejas conocen.

Del mismo modo, dentro de un equipo las responsabilidades de cada miembro deben ser claras y conocidas por el resto. Esto permite que la comunicación sobre diferentes asuntos se dirija directamente a la persona que corresponda sin pérdidas de tiempo y confusiones.

Tener claridad sobre qué se espera de nosotros y qué tenemos que hacer concretamente nos permite sentirnos más seguros y asumir la responsabilidad que nos corresponde.

2. Comunicación y colaboración

Las abejas obreras tienen un sistema de comunicación especial basado en el olfato, el tacto y la danza.

Lo utilizan para transmitir información valiosa, como la ubicación de los alimentos o posibles sitios de anidación. También puede intercambiar mensajes como: “hay mucho néctar cerca”, “la reina está poniendo huevos”, “peligro, hay enemigos”, etc.

Por analogía encontramos la importancia de comunicarnos con claridad y precisión. Además, una comunicación clara dentro del equipo fomenta la confianza mutua y la transparencia, lo que hace que la colaboración sea más sencilla.

Estar disponible para que otros puedan expresar sus ideas es importante y puede hacerse de diferentes modos, por ejemplo, aprovechando la versatilidad de las herramientas tecnológicas.

3. División de tareas eficiente

Las abejas obreras dividen sus tareas para garantizar el buen funcionamiento de la colmena. Específicamente, unas buscan néctar y polen, mientras que otras cuidan los huevos. Esto asegura la eficiencia y la productividad mientras aseguran su supervivencia.

Una organización necesita una distribución de tareas clara según las competencias de cada uno.

4. Confianza

Las abejas toman decisiones colectivamente sobre aspectos que afectan a todas, como la asignación de recursos o la ubicación de su nueva colmena.

Por ejemplo, cuando una colmena se llena, las abejas exploradoras buscan en los alrededores para encontrar un nuevo emplazamiento.

Luego regresan y comunican sus hallazgos a sus compañeras y juntas toman una decisión.

La confianza en la clave para un equipo de éxito.

5. Resiliencia y adaptabilidad

Las abejas también son un ejemplo de flexibilidad y adaptabilidad frente a los cambios en su entorno.

Ante los cambios ambientales, las abejas son un gran ejemplo de flexibilidad y adaptabilidad. Por ejemplo, cuando se agota un alimento, diversifican su aprovisionamiento manteniendo su productividad.

Qué vamos a decir de los cambios que experimentamos a diario… crisis, inflación, etc. y la necesidad de tirar de creatividad y flexibilidad para hacer frente a las nuevas circunstancias.